MESA DE GÉNERO 2022

En el marco de la estructuración de las mesas de diálogo y el conocimiento de todas las áreas que son cobijadas por la Unidad Nacional de Protección, UNP, el director, Augusto Rodríguez, escuchó a todas las delegadas y lideresas en la Mesa de Género para identificar la hoja de ruta que corrija fallas y proyecte soluciones a los programas de protección para las mujeres del país.
En la reunión las delegadas manifestaron sus inconformidades, quejas y sobre todo, con un ánimo proactivo, presentaron estrategias dirigidas a poner en práctica las políticas del nuevo gobierno que buscan actualizar y mejorar los programas sociales, de inclusión, de respeto y empoderamiento de las mujeres.
Celebraron la llegada del nuevo gobierno, la actitud y predisposición del director de la UNP.
Rodríguez, afirmó, que “es justo que quienes generan la vida tengan un papel protagonista”. Agregó que “la seguridad y la protección tienen un nuevo concepto: la #SeguridadHumana, por ello se revisará el fondo y la forma para hacer efectiva la nueva política con las mujeres”.
Las voceras llamaron la atención con especial énfasis en la violencia y el acoso sexual, detallando hechos sucedidos, por parte de escoltas contra protegidas, los oídos sordos a las denuncias y la no sanción a los responsables.
A manera de insumos para un plan de acción la mesa dejó las siguientes recomendaciones:
- Elegir una comisionada de las mujeres indígenas.
- Garantías de ser escuchadas y que se ejecuten las acciones acordadas.
- Mesas técnicas con periodicidad.
- Medidas de protección con enfoque de género.
- Hacer efectivo el protocolo de acoso y de violencia sexual.
- Impulsar las postulaciones y la reactivación de las medidas de enfoque de género.
- Planes integrales de garantías territoriales.
- Revisar el decreto y la normatividad que fomenta los esquemas vitalicios. Al igual que el decreto 1139 de 2021 que imposibilita la participación de las mujeres e la información por reserva.
- Gestionar recursos para la movilidad de lideresas, para acceder a internet y hacer viable la presencia de lideresas en los espacios de socialización.
- Allanar las rutas de atención para personas de orientación sexual diversa.
- Superar la desconfianza que la unidad ha generado.
- Mejorar las herramientas de comunicación, los análisis de riesgo, y atender los criterios sobre este particular planteado varias veces por las mujeres.