La Línea Vida 103 atendió un total de 56.715 llamadas durante el mes de mayo, de las cuales, 587 pertenecieron a personal protegido por la Unidad Nacional de Protección (UNP), relacionadas con hurto de vehículos, amenazas y atentados contra la vida de los beneficiarios, que se focalizaron -en gran medida- en Bogotá, Cauca, Norte de Santander, Risaralda y Santander.

La gran mayoría de llamadas (48.124) se enfocó en la atención al ciudadano, referentes a emergencias médicas, violencia intrafamiliar y accidentes. El origen de estas llamas proviene, en su mayoría, de Bogotá, Antioquia, Santander, Valle del Cauca y Risaralda.

La Línea Vida 103 recibió un promedio de 1.829 llamadas por día, y la franja horaria con mayor flujo de emergencias se encuentra entre las 6 a.m., y las 2 p.m. Las emergencias de la comunidad UNP se concentraron los jueves y, las emergencias ciudadanas, los domingos y sábados. La emergencia más reportada en la comunidad UNP fue el hurto, y para la ciudadanía en general, las emergencias médicas.

Con el apoyo de la Fuerza Pública, la Línea Vida 103 logró en mayo acompañar al sargento Alexander Chalá quien fue víctima de atentado contra su vida en Facatativa la noche del primero de mayo. En Armenia se gestionó la protección para un presidente de Junta de Acción Comunal que sufrió un atentado. En Timbío, Cauca, se logró recuperar un vehículo hurtado que hace parte del esquema de seguridad de un líder indígena de la región. Así mismo, en Caloto, Cauca, también se logró recuperar un vehículo hurtado gracias al cerco que desplegaron la policía y la guardia indígena.

En Dosquebradas, Risaralda, un grupo armado dejó un artefacto explosivo frente a la residencia de un juez de paz y defensor de los derechos humanos. La Línea Vida 103 coordinó el apoyo del personal antiexplosivos de la policía para neutralizar la amenaza. Por la misma línea, en Santander de Quilichao, una lideresa política fue víctima de asalto, situación que requirió el acompañamiento de las autoridades. En Bogotá, se logró recuperar un vehículo robado a un líder social de la localidad de Ciudad Bolívar, suroriente de la capital. Finalmente, en Barrancabermeja, Santander se gestionó el acompañamiento de las autoridades a un líder indígena que sufrió un atentado contra su vida.