Con profunda tristeza, la Unidad Nacional de Protección expresa su más enérgica condena al asesinato del líder de la comunidad indígena Awá y coordinador general de la organización Camawari, Luis Aurelio Araujo, beneficiario del programa de protección de la entidad y las dos personas que hacían parte de su esquema de protección, Jesús Albeiro Chávez y Jackson Solarte.

Este execrable hecho no sólo representa un ataque a los liderazgos sociales y los procesos comunitarios del departamento de Nariño, sino una total falta de respeto a los esfuerzos del Gobierno Nacional por mantener un diálogo de paz con las organizaciones ilegales en esa zona del país.

Repudiamos la guerra cruenta en que estos grupos al margen de la ley tienen inmersas a las comunidades. Solicitamos celeridad a la Fiscalía General de la Nación y demás autoridades competentes para establecer quién está detrás de este atroz crimen y acuciosidad a la oficina del Alto Comisionado para la paz, que debe exigir respuesta a los actores armados que hablan de procesos de paz mientras masacran a la población.

Desde la entidad enviamos un abrazo solidario y nuestras más sentidas condolencias a las familias y comunidad de las tres víctimas de esta masacre que enluta al departamento de Nariño y a nuestra comunidad UNP.