En septiembre del 2018, el presidente Iván Duque Márquez me dio el honor de ponerme al frente de la Unidad Nacional de Protección.

Fue una designación que me honró y de la que aún me siento honrado.

Diecisiete meses después he tomado la decisión de dejar la Dirección de la entidad. Y lo he hecho por motivos meramente personales. Sin embargo, ha sido casi un año y medio maravilloso para mí en la UNP.

He conocido gente excelente. Gente que hacía mucho rato no veía. Gente que durante estos 17 meses me recordó lo que es trabajar las 24 horas del día. Gente que me acompañó de sol a sol. A esa gente incondicional le envío un millón de gracias. Son personas que siempre estarán en mi corazón y en mis oraciones.

Cuando empezamos este proyecto en la UNP identificamos las necesidades de los ciudadanos, de las comunidades y de las poblaciones objeto en Colombia.

A partir de ahí se fortaleció la gestión para desarrollar los procesos de cada área de la entidad y así mejorar la ruta de protección individual y colectiva con enfoque diferencial. Entonces, asimismo, garantizamos la seguridad, el derecho a la vida y a la protección de cada beneficiario.

Al dejar mi cargo confío en que mi sucesor les dé continuidad a los objetivos planteados para este año, en concordancia con la misionalidad de la UNP, y al trabajo que se ha venido realizando en la institución.

Al presidente Duque mi gratitud. Estoy completamente convencido de su voluntad política en la protección integral de los líderes sociales y defensores de Derechos Humanos, de su propósito de que Colombia logre la paz y de que mejore la calidad de vida de los colombianos.

Agradezco igualmente a todos los funcionarios y  colaboradores de la UNP que  día a día se comprometen para hacerla más eficiente.

A los hombres y mujeres de protección les envió un mensaje de admiración y respeto. Tienen un valor tal que, a cada segundo, exponen sus vidas para preservar las de sus protegidos.

A todos, de nuevo, mil gracias.

De Ustedes, cordialmente,

Pablo Elías González Monguí

Bogotá, 18 de febrero de 2020